Sicsum

viernes, 22 de mayo de 2009

Poemas

Poesía decimal

Estoy a punto uno
de estar en coma cero.

Sin título ni contenido, antes tenía forma.


Y querría decir el lenguaje, si lo dejasen de hablar:

“Déjenme un ratón de helado. Ríanse y vivan

fuera de mi tiempo falso

Rápido

Lógico

Pasado

Futuro

Muerto

Alienado.”


Del amante sincero. A veces no me molesta tanto ser cursi.


Quiero que los cielos se abran,

Como sus ojos, piel y manera extensas,

Quiero que nariz y pelo vean su belleza,

A través de los intentos de la mía.

No me importa que no tenga alas,

Puede volar con sus brazos y piernas.

Quiero que crezcan su arte, sus motivaciones,

La paciencia y la impaciencia,

La calma y el desenfreno,

Que brillen la espontaneidad,

La profundidad y la sonrisa.

Quiero que todo el mundo sea suyo,

Sobre todo el mío,

Que sus palabras de mujer sean otoño,

Cercanía, invierno, distancia y primavera,

Sean naturaleza.

Quiero que seamos deporte,

Del humor cómplices,

De la juventud exponentes,

Y de simpleza continua.

Quiero que descienda linda,

Total o de a poquito,

Que yo sabré abrazar, escuchar,

Amar la de por vida.

Que ya tengo experiencia en esto del amor libre,

En no dejar de amar por motivos que están lejos,

De propender más que al amar mismo.

jueves, 21 de mayo de 2009

Sentido del humor y comunicación. Breve y tosco esbozo.

El último día martes, conversando de mi vida con Claudia recordé algo que había pensado en el verano y escrito en algún papel ahora ausente de mi vista. Producto de intuiciones, pensamientos gráficos y su posterior trascripción racional, llegué a la “conclusión” de que el sentido del humor es tal vez la mejor, o si se es extremo (como algunas teorías), la única y más auténtica forma de comunicación humana.

Puede sonar muy volado, si se quiere creativo o tan sólo chiflado. Es complicado transmitir experiencias subjetivas de modo que puedan ser aprehendidas por quien las lee, por el mismo hecho de ser escritas y leídas, y por ser personales. Quizás mi natural esmero por llegar a través de mi subjetividad a teorías generales sobre la realidad “objetiva”, o por lo menos compartida hasta cierto punto, sea un intento por pegarle a la pelota con una raqueta sin cuerdas.

Cada experiencia de la realidad es distinta, cada uno cuenta con su propia realidad, sería paja mental entrar a definir qué factores determinan las diferencias entre las realidades de cada cual. A pesar de lo anterior, me quedaré con sólo uno de esos factores, que creo es el fundamental: el tiempo. Cada persona, vale decir, cada conciencia vive en un tiempo particular. Quedará en el misterio si nuestros inconscientes fluyen todos juntos en el mismo tiempo (o no tiempo) habiendo ahí un terreno de realidad más común, el que también puede ser compartido con otras criaturas no concientes.

Yendo al grano, la relación clave que sirve para sostener mi tesis es la existente entre sentido del humor y el tiempo. Si nos basamos en que lo divertido se crea a partir del quiebre de la lógica, podemos llegar pensar que hay cierto tiempo lógico a quebrar. Este tiempo lógico es el que sostiene y es fundado por el lenguaje, por decirlo de una manera simple, por los significados mentales lingüísticos. Entre las características de este tiempo lógico-lingüístico puedo mencionar su especial rapidez, su relativa variabilidad de una persona a otra o de un momento de una persona a un momento de otra persona a otra y, no obstante, en las relaciones interpersonales normales, su aceptable cualidad de común.

Lo aceptable de la comunidad de esa lógica temporal y lingüística común es lo que nos permitiría comunicarnos. Gracias a eso podemos vivir en sociedad, comunicarnos adaptativamente, etc. Sin embargo, concuerdo con el cliché intelectual de que somos sistemas cerrados, con una imposibilidad de comunicarnos realmente, en el sentido de que siempre habrá una parte de cada uno de nosotros que es personal e incomunicable, una soledad esencial si se quiere.

En ese punto creo que el sentido del humor logra algo para mí casi mágico. A través de él podemos romper un poco la lógica temporal particular de cada cual y ser partes de un misma realidad, tan incomprensible como chistosa. En este sentido, el humor sería el puente entre el tiempo acelerado y personal de cada uno y el no tiempo (ese inefable), que creo es la realidad subyacente a cada realidad personal. En esta última hay una ausencia de límites, una desaparición de personalidades y yo particulares. Es ese plano en el cual estamos todos en un todo, humanos y naturaleza, todo lo existente e inexistente.

Sin digresiones, el sentido del humor sería el vínculo entre los diferentes planos que podemos “experienciar” (como dicen los psicólogos, expertos en inventar palabras), entre el plano particular de cada uno y el plano total, por llamarlo de alguna forma. Entonces, mediante lo chistoso asistiríamos junto al que se ríe con nosotros a la efímera desaparición de los límites con él. Habría un misterioso, mejor y auténtico “intercambio” de realidades dentro de una misma realidad total, una comunicación cualitativamente distinta a la que se da, por lo menos, lingüísticamente.

He esbozado unas líneas grises en la esquina de un cuadro al que le faltan muchos trazos, formas y colores. Dibujé aseveraciones no fundamentadas, hay muchas posibles relaciones aisladas en este texto y quedan muchos temas en el tintero, ya será el momento de retomar. Me excuso por no incluir referencias, en el sicsum prefiero darle curso y libertad a la intertextualidad, que cada conocimiento que haya adquirido aquí o allá aparezca en el contexto que sea útil, sin necesidad de estar mencionando ni buscando dónde lo aprendí, que aun tratando de hacerlo puede que no lo logre.

Versuch es (Trata)

En día familiar de casa y resfrío, vi una película en la tele junto a mi mamá y hermanas que me gustó mucho, se llama La vida de los otros (Das Leben der Anderen), del 2006. En ella sonó una canción que encontré bien bonita, que luego bajé, me la tradujo mi mamá y la encontré más bonita aún. La subo al sicsum con letra original y su traducción al español. La letra es un poema de Wolfgang Borchert (1921-1947), quien en la Segunda Guerra Mundial peleó por los nazis, ahí "fue testigo de los horrores del conflicto bélico y pudo ver con sus propios ojos el ingente número de víctimas que ocasionaban no sólo las batallas, sino también el frío, el hambre y las deficiencias del equipamiento". Fue castigado constantemente por rebeldía contra el régimen, si les interesa, aquí el link sobre él en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Wolfgang_Borchert



Versuch es

Stell dich mitten in den Regen,
glaub an seinen Tropfensegen
spinn dich in das Rauschen ein
und versuche gut zu sein!

Stell dich mitten in den Wind,
glaub an ihn und sei ein Kind –
laß den Strum in dich hinein
und versuche gut zu sein.

Stell dich mitten in das Feuer,
liebe dieses Ungeheuer
in des Herzens rotem Wein –
und versuche gut zu sein!

In Spanisch

Trata

Sitúate en medio de la lluvia,
cree en la bendición de la las gotas.
Entra en el murmullo
y trata de ser ser bueno.

Sitúate en medio del viento,
cree en él y sé un niño.
Deja que la tormenta te penetre
y trata de ser bueno.

Sitúate en medio del fuego,
cree en ese ogro
en el corazón del vino rojo
y trata de ser bueno.

Creo que guarda bastante relación con el "artículo" que escribí anteriormente. Como para tararearla, sentirla y vivir su mensaje de vez en cuando. Auf Wiedersehen!


viernes, 15 de mayo de 2009

Conciencia y deber social: cuando la conciencia se transforma en un deber personal, y éste en un motor a la acción social.

Si es por jerarquizar las etapas de la toma de conciencia social, creo que el primer paso es la sensibilización. Creo que la sensibilización con respecto a la injusticia social es una realidad transversal a cualquier enfoque religioso, tendencia espiritual o como quiera llamársele. Por mi parte he sido formado principalmente según el catolicismo, específicamente por el punto de vista jesuita, que me gusta más porque se queda menos en las formas y va más a lo profundo y, por tanto, a lo práctico. Pero eso no es condición necesaria ni determinante en un tema que es simplemente humano.

Sensibilización se trata de ver, estamos tan habituados en nuestra rutina, en ir cumpliendo con las exigencias académicas, sociales (si es que cabe llamarle exigencias), o muchas veces nuestras mentes giran en torno a los objetivos que nos proponemos lograr en nuestro plan de vida. Este camino “personal” favorece que no veamos o descuidemos cuál es o podría ser, por así decirlo, nuestro mejor papel en la sociedad.

Estamos naturalmente dirigidos a ver cuál es nuestro propio andar, y me parece necesario que esto se haga tomando conciencia de que somos responsables de lo que hacemos, y que lo que hacemos tiene consecuencias en la realidad, tanto de nosotros como del resto.

Así, aunque creo que cada cual vive sus propios procesos, me gustaría que cada uno de nosotros sea capaz de ver y sensibilizarse con la actual situación que se vive en Chile. Y a partir de eso a actuar en pos de una mejoría sobre todo en la calidad de nuestra relación con la injusticia.

Podemos constatar la injusticia pero no hacer nada por reducirla, o bien podemos entenderla como un deber que requiere de acción concreta. En este punto existiría una responsabilidad tácita en: quien ve, quiere ver, se sensibiliza con ello, y se dispone a la acción, conciente de que lo que haga traerá consecuencias en la sociedad.

Cualquiera que haya realizado algún tipo de acción social en profundidad sabrá que hablar de injusticia social, o bien de sociedad en general, no es algo impalpable, abstracto. Son sólo modos de generalizar mediante términos la situación vital (incluyendo los recursos económicos, oportunidades, educación, espiritualidad, motivaciones, etc.) de mucha gente.

En este contexto, sociedad es quien puede recibir algo que tú puedas darle. Y ahí está el punto central, una mayoría abismante de chilenos vive en condiciones que ninguno de nosotros querría ni para sí ni para nadie. Creo que sea cual sea nuestra situación económica o nuestro actual enfoque anímico hacia la realidad, es un deber que hagamos algo por quienes están viviendo en condiciones indeseables.

Está bien, todos sufrimos, todos tenemos carencias, que obviamente pueden no ser económicas. Pero también todos tenemos herramientas para servir. Como jóvenes contamos con una multiplicidad de organizaciones que acogen gustosamente a quien quiere ayudar a los que lo necesitan, es decir, no es para nada difícil encontrar el camino concreto para la acción. Sólo depende de uno, de la conciencia que se tenga de la fea realidad que viven muchos y de cuál es la postura que se toma respecto a eso.

Los invito a sensibilizarse, basta con salir a la calle, con ver televisión, con recordar lo que sin duda hemos visto. Los llamo a reconocerse como humanos junto a otros humanos en una misma sociedad. A no desconocer el sufrimiento y las carencias en los otros, a servir cuanto podamos, que no me cabe duda no es poco. Seamos partícipes activos en esta sociedad. Simplemente, no desaprovechemos las oportunidades que tenemos de ser buenos. La vida es corta, y qué mejor que dedicarla a que otros la vivan de manera más feliz.

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